Mucho se está hablando desde el
comienzo de esta "crisis" (por llamarlo de alguna manera,
el término más correcto creo que es estafa), sobre los males del
capitalismo y de la profesión económica. Mi punto
de vista sobre estas dos cuestiones es, por una parte, que hay muchos
tipos de capitalismo, no solo esta vertiente extrema desregularizada
que estamos sufriendo, conocida como neoliberalismo, algo que nos
parece nuevo pero ya ha sido experimentado en multitud de zonas del
globo, con unos efectos sobre la sociedad devastadores a causa del
deficiente control orientado a satisfacer intereses privados y
propios de los que ostentan el poder público provocando una gestión
adulterada, poco transparente e injusta.
Por otro lado, estos defectos del
sistema capitalista y las prioridades de sus gestores no es algo
correspondiente a la profesión económica, sino a la escasa voluntad
política de los policy makers de gestionar acorde a los intereses
de la sociedad a la que sirven, y en el entorno internacional, de
no tratar los intereses de todos los países y hacerlo únicamente de los que son más poderosos.
El texto que sigue es una extracto de
“Ethics and capitalism” publicado en marzo de 1994 por un
economista poco querido en Wall Street gracias a sus escritos sobre
la inestabilidad de los mercados financieros y como afecta a la
economía, Hyman Minsky, cuyo trabajo está de actualidad pese a que
físicamente nos dejó hace más de 15 años.
“Hay y no debería haber
implicaciones políticas en la exploración de las cuestiones
económicas a fin de asegurar el crecimiento económico, que es
considerado generalmente como una distribución equitativa de los
ingresos; ingresos relacionados con la contribución de cada uno a la
producción, ¿y la oportunidad de tener un trabajo proporcional a las
habilidades y experiencia de cada uno?
Si un sistema no puede lograr pleno
empleo, ¿entonces es defectuoso porque no está consiguiendo su
potencial para la producción de bienes y servicios? ¿Cómo es
justificada éticamente la tasa natural de desempleo? Por otra parte,
si el sistema no puede lograr inflación cero, ¿es defectuoso?
Un problema para la redacción de
estas cuestiones es que hay varios tipos de capitalismo […]
Se nos ha dicho por economistas del
“public choice” que los poderes políticos y los burócratas en
los organismos del gobierno usan su posición para incrementar sus
propios ingresos y su seguridad.
Si la maximización de ingresos
privados y riqueza determinan el comportamiento de los políticos, ¿no
podrían también determinar el comportamiento de economistas? En la
medida en que el más alto asesoramiento y palabrería proviene de
ricos y estructuras corporativas, ¿no quiere ésto decir que
economistas racionales egoístas ajustan sus conclusiones económicas
y análisis para los cuales recibirán unos honorarios?
El propio interés de un economista
lleva a un sesgo conservador en la disciplina económica.
[…] La regla de Jeremy Bentham
sobre el deseado comportamiento de la economía, “la mayor
felicidad para el mayor número” ha tenido la implicación de que
los poderes del gobierno para redistribuir los ingresos desde los
ricos hacia los pobres incrementaban el bienestar social. Este
resultado equitativo era incomodo para los defensores de los ricos y
poderosos, lo que condujo a la no comparabilidad entre sistemas de
preferencias y la sustitución de la ordenación de preferencias por
la utilidad en bienes y servicios. El paso de la utilidad marginal
decreciente Benthamita al régimen Paretiano de curvas de
indiferencia no está exento de significación política.”
En definitiva,
según Minsky, muchas conclusiones y opiniones de economistas que
vemos con frecuencia en los medios de comunicación, al igual que las
decisiones políticas, son puramente por interés personal, por lo
que se hace imprescindible que existan unos mecanismos para
contrarrestar la influencia de este tipo de intelectuales que
abarrotan los medios oficiales soltando ponzoña al corazón de
nuestra sociedad , una manera de luchar y limitar la destrucción
ocasionada por estos comportamientos egoístas y dañinos para todo. Ojo, no me refiero a exterminarlos de la opinión pública, pues siempre es bueno;
como señaló muy acertadamente a finales del siglo XIX Stuart Mill en su obra “On liberty”; que
exista una libertad de prensa y pluralidad de opinión que dé paso a un debate que nos acerque
un poquito más a la verdad gracias a la defensa y razonamiento
contínuo de nuestras posiciones y planteamientos ante otros diferentes y que nos pueden aportar mejores puntos de vista y una información más completa , para evitar caer
en peligrosos dogmas inamovibles y nos ayude en el reconocimiento de nuestros propios
errores.
Y por último, dejo una pregunta ¿conoceis a alguno de estos "economistas egoistas racionales" a los que se refiere Minsky? Seguro que sí
Y por último, dejo una pregunta ¿conoceis a alguno de estos "economistas egoistas racionales" a los que se refiere Minsky? Seguro que sí
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