martes, 20 de diciembre de 2011

Corrupción como modus vivendi

La protesta pública por la corrupción, la impunidad e inestabilidad económica
ha estallado en todo el mundo en 2011
, las protestas florecieron por todo el globo y en muchos países se han incrementado rápidamente de un lado a otro, desde la primavera árabe, al movimiento 15-M  o el movimiento Occupy Wall Street. Pese al despertar de la población de su estado de shock o somnolencia, lo peor está por llegar. La delicada coyuntura que afrontamos no ha hecho más que prender la mecha ante una situación que cada vez se antoja más insostenible, esto no ha sido más que el preludio de manifestaciones en masa globales que aglutinen a gente de todos los sectores de la sociedad bajo un objetivo común, que los políticos cambien el rumbo y atiendan las demandas de las personas y no de lo que llamamos “mercados”, que vienen a ser grandes corporaciones financieras y empresariales. Para ello más transparencia y la responsabilidad de nuestros líderes son necesarias.

Las redes sociales han traído consigo el conocimiento y la discusión pública de multitud de escándalos que, muchos de ellos pese a realizarse bajo la legalidad, son indecentes y eméticos. 

Podemos encontrar temas como el del gasto militar de España en misiones y lugares donde nuestra presencia cada vez tiene menos sentido, como Afganistán o Líbano, pero donde seguimos a pesar de la delicada situación financiera y la anunciada austeridad del gobierno para reducir el déficit. O de los privilegios a los que no renuncia una clase política que espera la comprensión de los ciudadanos respecto a los recortes en sus derechos, privilegios que recoge muy bien Daniel Montero Bejerano en su libro “La Casta”

Así mismo, esta “casta” pide unos sacrificios a los ciudadanos que desconocen las fortunas y grandes corporaciones que evaden impuestos por medio de paraísos fiscales por valor de 42.700 millones de euros en España, un 72 % del total defraudado cada año, el triple que autónomos y PYMES según los cálculos del colectivo de técnicos de Hacienda Gestha. En el terreno internacional, Estados Unidos encabeza el ranking de los países que más evaden impuestos, en 2011, en torno a 337.300 millones de dólares no llegaron al Tesoro Público estadounidense a causa de la evasión según un estudio realizado por el grupo británico Tackle Tax Havens. A nivel global, la evasión de impuestos es de 3,1 billones de dólares, lo que representa el 5,1% del PIB global. Pese a todo, inexplicablemente la mayor parte de los trabajadores encargados de encontrar dicho fraude se dedican mayoritariamente a investigar a ciudadanos medios y pequeñas empresas.


Otro caso que sobresale especialmente en nuestro país es el de exdirectivos de las cajas de ahorros, protagonistas de la crisis en España, controladas por directivos afines o afiliados a partidos políticos que los colocan en estos puestos, causantes de la quiebra de muchas de ellas por su mala gestión y que saben que, lo único que les pasará por su incompetencia será su despido inminente y el rescate de dichas entidades con dinero público, por lo que son recompensados ante semejante hazaña con indemnizaciones y pensiones vitalicias millonarias.

Pese a estas y otras muchas corruptelas de todo tipo y casos de clientelismo favorecidos por la falta de control, transparencia y de incentivos sancionadores, España se encuentra en el puesto 31 de 183 países, con una puntuación de 6’2, según el informe de Percepción de la Corrupción 2011 de Transparency International, una organización independiente que se dedica a sacar a la luz la corrupción en cualquier parte del mundo. En comparación con el mismo informe en 2010 parece ser que nada hemos cambiado en este apartado.

El Índice de Percepción de la Corrupción 2011 muestra que la frustración de la población está bien fundada. Ninguna región o país del mundo es inmune a la corrupción en mayor o menor grado, es más, la gran mayoría de los 183 países y territorios evaluados tienen una puntuación por debajo de 5 en una escala que va desde cero (altamente corrupto) a 10 (muy limpio).

Nueva Zelanda, Dinamarca y Finlandia encabezan la lista, mientras que Corea del Norte, recientemente de actualidad en todos los medios por la muerte de su dictador Kim Jong-il y Somalia, que atraviesa la primera hambruna del s.XXI desde hace meses, se encuentran en la parte inferior.



En el debate de investidura (no entiendo que se le llame debate), ante las afirmaciones de la portavoz de UPyD, Rosa Díez, sobre la corrupción política, nuestro recién proclamado presidente Mariano Rajoy se cerró en banda molesto ante la idea de que se generalice la relación de la posesión de un cargo público con la corrupción, pero a la vista de los acontecimientos que ven la luz día tras día en nuestro país, cabe preguntarnos ¿Es la corrupción algo frecuente en nuestros políticos y cargos públicos?


2 comentarios:

  1. Pues si,hacen todo esto porque se les permite hacerlo, si tuviesemos la transparencia de los países nórdicos estaríamos en una situación muy diferente,dentro de lo que cabe

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  2. Todos, "ellos" (los que se están adueñando de todo) y "nosotros", somos vecinos del mundo. "Ellos" deberían saber que lo que están haciendo es para todos, incluidos "ellos". Y que todo lo que sube por impulso, siempre baja con una caída más dura. Hoy están arriba, pero mañana estarán abajo, en ese infierno que ellos mismos están creando...

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