sábado, 8 de octubre de 2011

Es hora de coger el timón de la globalización

El sábado 15 de octubre están programadas manifestaciones en más de 300 ciudades en 45 países contra los efectos de la crisis y el camino que han tomado gobiernos e instituciones internacionales para combatirla. Los ciudadanos tienen razones y motivos más que suficientes para su indignación, pero por parte de algunas personas y grupos están difundiéndose consignas anti-capitalistas y anti-globalización que desvían la realidad de la situación a la que nos enfrentamos y sufrimos, en lugar de responsabilizar y cargar contra quienes gestionan el sistema económico nacional y mundial y como éstos últimos marcan el rumbo de la globalización.

La globalización además de la integración cada vez más estrecha de los mercados de todos los países del mundo, abarca muchas cosas, como el flujo internacional de ideas y conocimientos, intercambio cultural, sociedad civil global y el movimiento global a favor del medio ambiente.

Las instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) no sólo no están haciendo todo lo que está en sus manos para ayudar a los países con problemas, sino que, les están haciendo la vida más difícil, empeorando la situación provocada por la crisis financiera internacional. No existe una sola forma de capitalismo ni una sola forma correcta de gestionar la economía, son diferentes el modelo norteamericano (el que el FMI trata de imponer en todos los países) del modelo japonés, europeo, Chino o de los países nórdicos. Uno de los grandes fallos del FMI es intentar hacer creer que solo hay un conjunto de políticas capaces de hacer que todo el mundo mejore, las famosas medidas de austeridad, privatizaciones y reducción del gasto público que tan de actualidad están, que persiguen la reducción del papel del Estado, ya se llevaron a cabo en otras crisis como la de los países del sudeste asiático o Argentina, con el resultado de un agravamiento de su situación. A día de hoy podemos ver el fracaso de estas medidas en la situación que atraviesa Grecia .

La liberalización del comercio y del mercado de capitales eran dos componentes claves del Consenso de Washington, que se fraguó entre el FMI, BM y el Tesoro de los EEUU, dentro del conjunto de políticas que iban a conseguir promover el desarrollo. Los defensores de este tipo de políticas se centran exclusivamente en el aumento del PIB de los países, haciendo poco caso de otras cuestiones como las que afectan al nivel de vida o la sostenibilidad, con el resultado que estamos viendo hoy, países que aumentan su PIB en los que a su vez, aumentan las desigualdades entre ricos y pobres. Esto se puede ver claramente en como las grandes empresas en plena crisis están consiguiendo beneficios históricos, sus directivos se reparten dividendos millonarios mientras el grueso de la población del país va a peor.

El libre mercado no conduce a la eficiencia económica por si solo y mucho menos a la distribución de los beneficios entre toda la población, con información imperfecta la mano invisible de Adam Smith no existe, sin la regulación apropiada los mercados no conducen a la eficiencia económica, por lo que hay una necesidad de que haya un equilibrio entre mercado y Estado diferente según las circunstancias de cada país.

Para los defensores del libre mercado si la liberalización comercial no ha producido el crecimiento esperado es porque los países no se han liberalizado lo suficiente, o porque la corrupción genera un clima desfavorable para los negocios, pero incluso el FMI ha declarado que la liberalización del capital ha traído inestabilidad en vez de crecimiento. El propio FMI carece de algunas de las reglas básicas de las instituciones democráticas, como transparencia, como se votan los cargos o la asunción de responsabilidades. Hemos llegado a un punto en el que queda claro el fracaso de estas instituciones internacionales tal y como están conformadas hoy, y la necesidad de unas instituciones internacionales transparentes, democráticas y que no actúen en beneficio exclusivo de intereses corporativos y financieros.

La globalización no ha beneficiado a tanta gente como podría y debería haber hecho, hay múltiples cambios que emprender para que ello funcione, tanto en políticas como instituciones económicas internacionales, reglas de juego y mentalidad. para que la globalización funcione mejor y sirva no solo a unos pocos intereses, sino a toda la población.

La cuestión no es si estos cambios se producirán, sino, cuando lo harán, estamos en un momento crítico donde tenemos la oportunidad de dar un giro al sistema y llevarlo por un camino justo y equitativo, sin estar a merced de los intereses corporativos y financieros que socavan la soberanía de los países a través de instituciones como el FMI, hay que apartarse de todas estas acciones improvisadas que ejecutan los gobiernos e instituciones internacionales últimamente y reformar el sistema económico global.

3 comentarios:

  1. Muy buen post , sigue así! hacía tiempo que no escribias :)

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  2. Estupendo artículo, aunque soy muy pesimista, y creo que acabaremos doblando el espinazo ante la bota del neoliberalismo.

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  3. Igual tienes razón y durante un tiempo seguimos atados de pies y manos, pero la pobreza crea violencia e inestabilidad, por eso defensores del libre mercado y de minimizar el papel del estado, reclaman un estado fuerte donde la función del estado sea proteger la propiedad privada y los beneficios,creo que lo llaman el imperio de ley donde la constitución es sagrada xD e incluso los mismos liberales saben que esta situación o peor que estamos ahora, es insostenible para sus intereses, podría acabar en una ola de proteccionismo, en el post http://aldeaspotemkin.blogspot.com/2011/08/laissez-faire-la-niebla-que-envuelve-un.html el famoso especulador George Soros explica muy bien esto. Pero bueno, yo soy algo optimista, la gente cada vez esta más informada, el problema que caigan en consignas tan desviadas de la realidad que no llegan a ningún sitio más que a considerarlos antisistema, cuanto mejor se informen antes nos pondremos a reformar el sistema

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